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Estos son los 24 participantes que lucharán contra los kilos en “Peso Pesado”

Peso Pesado

          Mañana a las 23:30 horas MEGA estrenará, tras más de dos años de producción, el estelar docushow “Peso Pesado”, donde 24 participantes competirán por ganarle a la obesidad y mejorar su calidad de vida.

          Realizado por el equipo de No Ficción y Cultura del canal, el espacio conducido por Karla Constant cuenta con la participación de los coach René O’Ryan y Pepa Celedón, y con la supervisión de un equipo médico del centro de tratamiento de la obesidad de la Universidad Católica.

          A continuación podrás conocer a los 24 participantes del espacio, quienes, escogidos de un casting de más de 2000 personas, se enfrentarán en duplas para, capítulo a capítulo, lograr cambiar sus vidas:

estefani paula
Estefany Valdés Paula Gutiérrez
26 años, soltera 33 años, soltera, dos hijos.
113,2 kilos 114 kilos
1,60 de altura 1,62 de altura
138 cm de cintura 141 cm de cintura
IMC 44,2 Kg/m2 IMC 43,4 Kg/m2
Tiene resistencia a la insulina e hígado graso Tiene resistencia a la insulina e hígado graso
Estefany tenía un peso normal hasta la muerte de su medio hermano a los 25 años por una pulmonía. Ahí se acostumbró a guardárselo todo, ser muy independiente y refugiarse sólo en la comida, comiéndose todos sus problemas. Luego conoció a su pareja, Marcos, pero contrastan mucho: él estudió educación física, es personal trainer y pasa el día entero en el gimnasio.  Actualmente ambos tienen una agencia de stripper donde Marcos es la estrella y ella la jefa que oculta la relación de ambos, lo que pone a prueba constantemente su autoestima. Actriz de profesión, Paula soñaba con convertirse en una show woman, pero tras tener a su segundo hijo descubrió que su marido la engañaba y cayó en una depresión post parto que la hizo subir mucho de peso. Sólo tuvo su oportunidad de salir del hoyo cuando entró a “Morandé con compañía”, aunque ahí su rol era el de la eterna “gordita sexy”. Actualmente aparte de la TV trabaja con un carro de dulces que instala frente a un colegio, donde la molestan los niños del colegio y sufre la tentación de comerse lo que vende. También su obesidad le ha causado padecimientos como un desorden hormonal que la tiene con hirsutismo (exceso de vello) y bulimia, pues vomita lo que come.
“Tengo el complejo de que porque soy gorda debería estar con un gordo o con un feo, no con un personal trainer que es stripper y muchas niñas quieren estar con él. Hace como un año y medio que no tengo relaciones sexuales con él porque no me gusta mi cuerpo, y claramente eso a él le molesta”. “No sé por qué como y no sé por qué vomito. Yo sé que soy bulímica, y eso se resuelve con ayuda”.

 

pedro  denis
Pedro Montesinos Denis Pedreros
34 años, soltero 31 años, casado
184,2 kilos 177,9 kilos
1,90 de altura 1,79 de altura
154 cm de cintura 163 cm de cintura
IMC 51,0 Kg/m2 IMC 55,2 Kg/m2
Tiene diabetes, hipertensión e hígado graso Tiene diabetes, hipertensión e hígado graso
Pedro es soltero y le gusta gozar de la vida, sobre todo de la comida. En momentos como esos se transforma en un niño que no asume sus problemas de gula y se jacta de sus excéntricos gustos, como el pan con puré. Pedro debe enfrentar un trabajo lleno de tentaciones. Es productor de eventos y muchos de ellos son de noche, lo que fomenta su descontrol con la comida y los horarios. Denis llegó desde Concepción en 2010 buscando nuevas oportunidades laborales, y lo único que logró fue ser taxista. Ahí pasa 10 horas diarias sentado y comiendo. Producto de su diabetes en 2013 sufrió una descompensación que casi acabó con su vida y lo dejó dependiente de la insulina. Además, Denis y su mujer no han podido tener hijos, y eso afecta su relación de pareja.
“Yo llevo dos años soltero, yo creo que por timidez a tener una relación estable. Tengo miedo a que mi pareja me vea así de gordo”. “Tengo miedo de perder a mi señora. Cuando Paulina se entera de que yo he comido o me he repetido, se enoja mucho porque ella quiere formar familia”.

 

 alfredo  jean paul
Alfredo Portuondo Jean Paul Vaqueriza
42 años, casado, un hijo 28 años, vive con su pareja y su hija
146,9 kilos 164,1 kilos
1,67 de altura 1,78 de altura
162 cm de cintura 157 cm de cintura
IMC 52,7 Kg/m2 IMC 51,8 Kg/m2
Tiene hipertensión, hígado graso, resistencia a la insulina Tiene resistencia a la insulina, hígado graso
Alfredo, conocido como el gordito de “Morandé con compañía”, tenía un peso normal hasta que en 2009 un conjunto de tragedias (la muerte de dos de sus tres hermanos, de dos amigos y de su madre, además de su incapacidad para ser padre) lo dejó postrado con una depresión donde sólo aliviaba el dolor comiendo. Actualmente es un poliadicto fuera de control, que consume comida, cigarro, alcohol y pastillas contra la ansiedad y la depresión. Además tiene un negocio de abarrotes, lugar lleno de tentaciones a las que sucumbe todo el tiempo. Jean Paul tuvo una infancia y adolescencia difícil en Buin. Su padre fue asesinado cuando tenía 4 años y su madre tuvo que salir a trabajar. Se crió prácticamente solo. Se vino a vivir a Santiago Centro cuando tenía 17 años y los kilos aparecieron de la mano de otras cosas. Hoy Jean Paul tiene una familia y por ella se sacrifica todos los días,  pese a que no tiene permisos municipales para trabajar con su carro de maní y, como buen vendedor ambulante, siempre se las está rebuscando. Aunque no puede controlar su adicción a la comida.
“Yo tomo pastillas para todo: para despertar, para dormir, para estar con ánimo, por la depresión, para la tiroide, para la presión, para la diabetes, para el colesterol, para los dolores del cuerpo, para todo. En esta etapa de mi vida mi problema es que no quiero seguir haciendo sufrir a mi esposa y quiero poder jugar con mi hijo”. “El consumo de alcohol excesivo, consumo de drogas, la mala vida y la bohemia me hicieron engordar mucho. Me inflé. Una vez que la grasa llegó, se quedó”.

 

 emilio  andrés
Emilio Soto Andrés Montecinos
35 años, tiene pareja 36 años, casado
184,4 kilos 186,7 kilos
1,72 de altura 1,74 de altura
163,5 cm de cintura 161 cm de cintura
IMC 62,3 Kg/m2 IMC 61,7 Kg/m2
Tiene hipertensión, hígado graso y resistencia a la insulina Tiene hipertensión, hígado graso y diabetes
Transportista, gracias a su microempresa sostiene a su mujer y su hijo, pero también pasa días enteros sentado y comiendo desordenadamente, tanto mientras trabaja como cuando llega a la casa. Se define como una persona con ansiedad crónica. Su gran sueño no cumplido es casarse por la iglesia con su mujer, lo que hace años le prometió que haría si bajaba de los 100 kilos. Andrés es gastrónomo y desde chico no sólo le gusta comer, sino también cocinar. Está, literalmente, en su salsa cada vez que prepara algún plato. Está casado, pero debido a su obesidad no logra tener un trabajo estable, así que es su mujer quien debe salir a trabajar, dejándolo a él de dueño de casa. Su mujer lo acepta tal cual es, pero él tiene miedo de no ver a su hijo crecer.
“Me siento un cerdo y tengo miedo de que mi mujer me deje. Le fallé a ella por no bajar de peso, por una adicción a la comida. A veces me cuesta tener un autocontrol. Yo creo que los nervios me hacen comer de sobremanera. Yo no boto el estrés, me lo consumo. Me como el estrés”. “Cuando mi mujer quedó embarazada, ella ganaba más, y uno de los dos tenía que quedarse en la casa, así que quedamos en que sería yo. Fue bueno tomar esa decisión, pero yo no sabía lo que venía de la mano, la cara que te ponen tus pares cuando les dices que eres dueño de casa en una sociedad como ésta”.

 

 loreto  francisca
Loreto Zamora Francisca Barrera
23 años, soltera 30 años, soltera
107 kilos 124,6 kilos
1,69 de altura 1,57 de altura
118 cm de cintura 146 cm de cintura
IMC 37,5 Kg/m2 IMC 50,5 Kg/m2
Tiene resistencia a la insulina Tiene hígado graso y resistencia a la insulina
Loreto es una estudiante vespertina de diseño que tras su osado look disfraza penas y frustraciones. Sus padres están casi todo el día fuera de casa, así que vive con siete gatos y pasa mucho tiempo en las redes sociales compartiendo sus intereses en la lucha libre y la cultura japonesa. Dice que siempre se ha sentido sola aunque esté rodeada de gente, porque nunca se ha sentido bien con su cuerpo. Por eso la comida, especialmente la bebida y los chocolates, se transformaron en sus grandes compañeros. Francisca es una alegre auxiliar de colegio que trabaja en la escuela San Antonio en el Cajón del Maipo, un colegio que integra a niños con capacidades diferentes. Cuando más joven era cantante y actuaba en pubs y quintas de recreo, hasta que su hijo Benjamín murió cuando tenía dos años, víctima del virus sincicial. La pena la hizo encerrarse en su casa y  refugiarse en la comida. Aunque han pasado 7 años desde que Benjamín murió, la relación de Francisca con la comida nunca pudo mejorar. Actualmente su trabajo le exige una vitalidad que ya no tiene.
“Yo por mí estaría todo el día acostada en la cama, porque me da flojera levantarme y salir, pero no me considero una persona sedentaria. La soledad me angustia mucho, es mi peor enemiga. Yo creo que no hay nada que me llene tanto como la comida, es para llenar mi vacío interior”. “Después que murió el Benjita yo me encerré en mi pieza, la hora del almuerzo era mi única hora donde yo podía hablar, compartir. Me abracé de la comida, me apreté en ella, así como que me saciaba, me sentía. Empecé a perder cosas por lo mismo, me puse más guatona”.

priscilla y alejandra

Priscilla Rojas Alejandra Rojas
27 años, soltera con hija 27 años, soltera
129,3 kilos 121 kilos
1,62 de altura 1,64 de altura
135 cm de cintura 134 cm de cintura
IMC 49,3 Kg/m2 IMC 45,0 Kg/m2
Tiene resistencia a la insulina e hígado graso Tiene resistencia a la insulina e hígado graso
Las gemelas Rojas no se han separado desde que nacieron. Alguna vez fueron deportistas, aunque nunca supieron alimentarse bien, sin horarios ni reglas, y así, desde los 20 años, sólo supieron lo que era subir de peso. Actualmente viven juntas, ninguna tiene trabajo fijo y sienten la misma pasión al comer.

Priscilla tiene una hija y pareja y es la encargada de llevar la casa, mientras su hermana disfruta las comodidades de su cama, lugar del que le cuesta moverse. A pesar de que Alejandra ama a su sobrina y no quiere que pase por los problemas de peso que han enfrentado ellas, insiste en demostrarle cariño con dulces.

Ambas gemelas sueñan con darle un vuelco en sus vidas. Priscilla quiere ser tripulante de vuelo y Alejandra sueña con ser Directora Técnica de un equipo de fútbol.

“Quiero bajar de peso porque me gustaría estar con mi hija siempre que lo necesite. Para eso uno tiene que tener buena salud, y la obesidad no ayuda”. “Mi sobrina tiene el problema de que en cualquier momento va a ser una obesa igual que nosotras”.

 

verónica y patricio

Patricio Hernández  Verónica Puebla
33 años, casado 37 años, casada
148,2 kilos 111,1 kilos
1,64 de altura 1,54 de altura
144 cm de cintura 133 cm de cintura
IMC 55,1 Kg/m2 IMC 46,5 Kg/m2
Tiene resistencia a la insulina e hígado graso Tiene resistencia a la insulina e hígado graso
Patricio y Verónica son marido y mujer. Él es chef de profesión y ella ayudante de cocina. Se conocieron y se enamoraron cuando ya eran obesos, pero con el tiempo fueron engordando más. Juntos intentan sacar a flote un negocio que les permita independizarse, pero no saben decir que no a aquellas cosas que son tan ricas, y que tanto daño ya les han hecho.

Son comilones y regalones. Disfrutan todas las comidas que existen y no hay nada que no les guste. Llevan una década juntos y la comida se ha vuelto parte de la familia. Pero ambos saben que su vida de pareja va de mal en peor, especialmente su vida sexual.

“Cuando vamos por la calle muchas veces van niños que nos miran y se ríen. A la Vero eso le molesta, y si a ella le molesta a mí también, porque yo sé que ella se siente mal y sufre por eso”. “El Pato y yo escogimos la peor carrera para nosotros. Además en el plano íntimo con él yo me anulé, yo no quiero tener sexo hace como 3 años, porque no me siento bonita, no me siento sexy, no me siento deseada”.

 

 mariela  karina
Mariela Correa Karina Correa
32 años, soltera 24 años, soltera
158,8 kilos 176,6 kilos
1,72 de altura 1,74 de altura
130 cm de cintura 170 cm de cintura
IMC 53,7 Kg/m2 IMC 58,3 Kg/m2
Tiene hígado graso, resistencia a la insulina, cálculos a la vesícula y ovario poliquístico Tiene hígado graso y resistencia a la insulina
Las hermanas Correa tienen ocho años de diferencia y han vivido juntas toda la vida, en una casa que cada día les queda más chica. Su madre Mónica las ha consentido siempre y es tan adicta a la comida como ellas, y debido a eso ellas nunca están satisfechas y siempre tienen hambre.

Mariela es la mayor y es más introvertida que su hermana, prefiriendo quedarse en la comodidad de su pieza. En cambio, para Karina nada es un impedimento, y decidió seguir una vida normal. Para ambas el no haber podido ser madres es un tema pendiente, aunque Mariela conserva la esperanza y Karina dice haber tirado la toalla.

“Para mí es como un anhelo, sería tan maravilloso poder tener un bebé. Pero con el peso que tengo hoy en día es un riesgo terrible y no quiero estar todo un embarazo con el riesgo de que me voy a morir yo o se va a morir mi guagua”. “Yo a estas alturas de mi vida tiré la esponja con el tema de la maternidad. Mi hermana no, ella es más sola. Todos sus fines de semana son en la casa, con mi mamá. Yo no puedo, a mí me colapsa estar mucho tiempo en mi casa, el fin de semana, sin hacer nada. No es lo mío”.

 

 gloria  evelyn
Gloria Toro Evelyn Candia
28 años, soltera 35 años, vive con su pareja y sus 3 hijos
123 kilos 136,1 kilos
1,62 de altura 1,65 de altura
140 cm de cintura 138 cm de cintura
IMC 46,9 Kg/m2 IMC 50,0 Kg/m2
Tiene hígado graso, anemia y resistencia a la insulina Tiene resistencia a la insulina e hígado graso
Desde niña Gloria fue maciza. Su padre la regaloneaba con comida, mientras su madre trataba de controlarla. Pero la separación de sus padres y un mal amor la dejaron con una ansiedad incontrolable. Ahora vive con su mamá y con el paso del tiempo la comida se ha vuelto un tema común entre ellas. Además, su trabajo como locutora de radiotaxi nocturna no le ayuda en nada. Lleva 5 años acostándose cuando sale el sol, y vivir con los horarios cambiados desata todos sus malos hábitos. Evelyn vive en Lampa y mantiene a la familia como la Reina del Anticucho, siempre está lista y dispuesta para vender y comer. Vive con su pareja Luis, al que conoció cuando tenía 12 años, y sus tres hijos. Pero su sobrepeso, proveniente de una historia familiar que la persigue, se vuelve un problema cada vez mayor. Tiene miedo de que su hija de 16 años siga sus mismos pasos. Y Luis no es de mucha ayuda, porque la mima como puede, y sabe que la mejor manera de hacerlo es con comida.
“Yo creo que necesito ayuda, porque no sé si soy consciente de si soy o no soy adicta a la comida”. “Yo no quiero llegar a ser como mi madre y tampoco quiero que mi hija llegue a ser yo. Es como una herencia familiar. Yo seguí los pasos de mi mamá y mi hija está siguiendo los míos”.

 

 maría josé  nicole
María José Alegría Nicole Rojas 
27 años, soltera 27 años, vive en pareja, 2 hijos
130,4 kilos 114,5 kilos
1,73 de altura 1,70 de altura
138 cm de cintura 131 cm de cintura
IMC 43,6 Kg/m2 IMC 39,6 Kg/m2
Tiene resistencia a la insulina e hígado graso Tiene resistencia a la insulina e hígado graso
María José sólo recuerda una vida con sobrepeso. Desde los ocho años, cuando estudiaba en un internado, recuerda a sus papás dándole dinero para pasar con golosinas la pena de no verlos. A los 18 años llegó a Santiago y se puso a trabajar de chef junto con su novio Héctor, intentando formar con él la familia que nunca tuvo. Pero Héctor, peruano y de fuerte carácter, vive haciéndole bullying por la forma en que ella come. Por eso siempre tienen problemas a la hora de sentarse a la mesa. Nicole siempre fue delgada, pero tras el nacimiento de su segundo hijo la obesidad llegó para quedarse. Actualmente se prepara comida a escondidas todas las noches, sin que su marido ni sus hijos se den cuenta. Por eso con ellos tiene una relación complicada: mientras su hija mayor, Camila, tiene 12 años y es su mejor amiga, su hijo menor, de cinco años, le reprocha su gordura todo el tiempo, y sus palabras la hieren cada vez más.
“Cuando salimos y andamos en la calle Héctor no quiere que le tome la mano porque la gente nos mira. Yo le digo pregunto si le da vergüenza porque soy gorda y me dice que no”. “Cuando mi hijo me dice que estoy gorda me dan ganas de correr, encerrarme, porque no me gusta demostrar el dolor frente a ellos y cuestionarme que lo he hecho mal. Estuve ocho meses sin tener intimidad con mi marido y fue un proceso súper duro, me daba mucha vergüenza, siento que en ropa interior no seduzco a nadie”.

 

 cristian  rodrigo
Christian Díaz Rodrigo Castillo
18 años, soltero 18 años, soltero
146,7 kilos 129,8 kilos
1,72 de altura 1,60 de altura
155 cm de cintura 140 cm de cintura
IMC 49,6 Kg/m2 IMC 50,7 Kg/m2
Tiene resistencia a la insulina Tiene resistencia a la insulina
Christian lleva la música en la sangre y su sueño es poder desempeñarse como rapero. Trabaja de bartender en una discoteque, donde no sólo se dedica a servir tragos, sino también a probarlos a deshoras. Aunque comenzó a engordar a los 8 años, los kilos se apoderaron realmente de él después de la muerte del único padre que conoció: su abuelo. Actualmente es el hombre de una casa rodeada de mujeres, su madre, abuela y hermanas, quienes siempre lo han apoyado, pero no pueden frenar su adicción a la comida. Rodrigo siempre fue un niño con sobrepeso. Pasó por varios colegios en el que era el guatón del curso, hasta que un día decidió no ir más. Cambió los libros por el computador, y a sus 18 años nunca ha salido sin su mamá de la casa. Sus padres tuvieron que  arrancar la puerta de su pieza para que no se aislara totalmente. No estudia ni trabaja: vive en la flojera, encerrado en su pieza frente al computador y comiendo, en una casa donde las frituras y la grasa están a la orden del día.
“Me empecé a refugiar en la comida, después llegué al punto de estar así, y ahí quedé”. “Soy súper inmaduro, cualquier persona de mi edad sabría lo que quiere, lo que le conviene estar haciendo, pero yo no. Cuando salgo a la calle me sorprende ver las cosas tan cambiadas. Salgo muy poco a la calle, porque soy muy flojo y no tengo motivos para salir a la calle. Estoy todo el día encerrado”.

 

 evans  sebastián
Evans Matus Sebastián Villalba
28 años, soltero, dos hijos 25 años, soltero
174,6 kilos 179,2 kilos
1,83 de altura 1,79 de altura
169 cm de cintura 162 cm de cintura
IMC 52,1 Kg/m2 IMC 55,6 Kg/m2
Evans ama los autos tanto como adora la comida. Tiene su propio taxi y sueña con armar su propia compañía. Cuando joven trabajaba como promotor de marcas y cantante de reggaeton, lo que lo volvió adicto al alcohol, a las drogas y a la comida. Aunque actualmente sólo conserva el gusto por esto último, desde los 22 años no ha logrado volver a estar delgado. Ni siquiera lo ha logrado por sus hijos. Tiene dos, de madres distintas. Al mayor casi no lo ve, y con Franco, el menor, ni siquiera es capaz de jugar. Sebastián siempre fue un niño “maceteado”, pero engordó más después de la separación de sus padres. Su madre se fue a Parral y él quedó solo con su papá. El dolor de no tener a su madre cerca lo superó con la comida. Aunque a los 16 años logró, a pura fuerza de voluntad, bajar 60 kilos, nunca superó la causa del problema, y terminó subiendo lo perdido al poco tiempo. Actualmente vive con su novia Bárbara en la casa de su padre mientras estudia auditoría y trabaja en el negocio familiar, aunque sin mucho ánimo de hacerlo.
“Yo creo que engordé por el estilo de vida que tuve, el trasnoche, las fiestas, la droga. Ahora no puedo hacer una actividad de correr o de andar en bicicleta. A mis hijos les gusta andar en patineta, pero no puedo. Le mentiría si le digo que yo juego con mis hijos”. “Mi mamá me decía que nadie me iba a querer gordo, que no iba a encontrar una polola. Entonces creé un montón de inseguridades. Cuando logré bajar nunca fui a una terapia, nunca me controlé, bajé sin doctor, sin nada, entonces no encontré la causa del problema. No me sentía más feliz, no me sentía más contento, porque bajé muy estresado de peso, con un calendario. Al final bajé 60 kilos y subí 80. Fue un mal negocio”.
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